Apoyar a cada escuela para que se convierta en una base para una vida saludable significa crear las condiciones para que las escuelas sean inclusivas (todos los niños en la escuela), equitativas (asegurando el éxito de todos los niños) y saludables (proporcionando un entorno de aprendizaje que promueva la salud tanto ahora como en el futuro). La actividad principal de las escuelas se centra en aumentar los resultados educativos más que en la reducción de los problemas de salud, a pesar del conocimiento de cuán estrechamente están entrelazados estos objetivos.
Las escuelas no deben considerarse simplemente como plataformas convenientes para la implementación de programas de prevención, o como espacios para entregar conocimiento experto sobre la importancia del estilo de vida para prevenir enfermedades. Los datos muestran que cuando las escuelas se consideran solo como plataformas o espacios convenientes para introducir intervenciones, existe un alto riesgo de que la intervención pueda aumentar las desigualdades.
El desafío consiste en apreciar mejor la multiplicidad de formas en que la promoción de la salud puede entenderse como un medio para que las escuelas alcancen las metas educativas.
Para tener un efecto sustancial en la promoción de la salud en el entorno escolar, se deben crear alianzas más sólidas entre los profesionales de la educación y la salud en varios niveles organizacionales. A nivel mundial, las iniciativas buscan aprender lecciones de la promulgación de reformas exitosas y cambios en la educación, y contribuyen a forjar una cultura común para apoyar a las escuelas, incluso en sus esfuerzos por promover la salud de los estudiantes. Estos objetivos son compartidos por iniciativas globales como la colaboración interinstitucional de las Naciones Unidas para un nuevo enfoque de la salud escolar conocido como "Intensificar la salud y la nutrición escolares eficaces"
Una colaboración más amplia entre grupos y coaliciones profesionales internacionales y nacionales que son conscientes de los desafíos señalados en la literatura y descritos aquí ofrece una hoja de ruta genuina para la producción de conocimiento orientado a la acción y el intercambio de estrategias de mejora.
A pesar de estos esfuerzos para promover la salud, una mayor cooperación y apoyo mutuo de los profesionales de la salud y la educación locales es esencial para lograr nuestra ambición global de que las escuelas sean el medio a través del cual los niños y adolescentes del mundo desarrollen las capacidades para la salud, el bienestar y el éxito de por vida. El apoyo de los profesionales de la salud a las actividades escolares relacionadas con la salud es un factor clave para las prácticas sostenibles de promoción de la salud en las escuelas. Arraigados en sus comunidades, conscientes de la cultura y el contexto predominantes e íntimamente involucrados en la vida de las familias locales, los profesionales de la salud representan una fuerza formidable a medida que avanzamos en esta próxima ola de cambio.