El consumo excesivo de azúcares, grasas y sodio es un problema de salud pública que se asocia a las enfermedades no transmisibles que más afectan a la población: el sobrepeso u obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial, y las enfermedades vasculares, cardíacas, cerebrales y renales

Datos estadísticos

En Argentina, los 3 factores de riesgo más asociados a la mortalidad son:

  • Hipertensión
  • Hiperglucemia en ayunas elevada
  • Sobrepeso u obesidad
  • Ocasionan 140.000 muertes por año.


En cuanto a sobrepeso u obesidad, Argentina tiene una de las cifras más altas de la región y está en aumento ​afecta a 4 de cada 10 niños, niñas y adolescentes
y a 7 de cada 10 personas adultas

La hipertensión, la hiperglucemia en ayunas (medida como el nivel de glucosa en plasma en ayunas) y el sobrepeso o la obesidad son los tres factores de riesgo más asociados con la mortalidad en la Región de las Américas.

Para ayudar a la población de la Región a cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y protegerla contra los principales factores de riesgo que perjudican su salud y desarrollo, el objetivo regulatorio del etiquetado frontal debe ser que los consumidores puedan identificar correcta, rápida y fácilmente los productos que contienen cantidades excesivas de azúcares, grasas totales, grasas saturadas, grasas trans y sodio.
 

Preguntas frecuentes sobre el etiquetado frontal de advertencias sanitarias – Segunda Parte

¿Cuáles son los alimentos a los que NO se aplica el modelo de perfil de nutrientes de la OPS?

Muchos argumentos que se oponen al etiquetado frontal de advertencias sanitarias indican que el modelo de perfil de nutrientes de OPS es demasiado riguroso.  Sin embargo, esto no es así. Se basa en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las metas de ingesta de nutrientes que se han formulado con base en un riguroso examen científico de la evidencia.

El modelo de perfil de nutrientes de la OPS considera que un producto tiene una cantidad excesiva de nutrientes críticos cuando la proporción de esos nutrientes en el producto sobrepasa lo recomendado por la OMS. Las metas de la OMS buscan orientar la ingesta diaria de nutrientes para prevenir las enfermedades no transmisibles y otras enfermedades relacionadas con la alimentación.

 
¿Por qué se utiliza la energía como base del modelo de perfil de nutrientes de la OPS?

Cuando se utiliza la energía como base, el modelo puede aplicarse a todos los productos y a grupos de población con diferentes requisitos de energía.

En el modelo se utiliza como base el porcentaje de energía que aportan los nutrientes que contienen calorías y, de esa manera, el sistema resulta aplicable y pertinente para todos los grupos etarios. Por ejemplo, los requisitos energéticos de los niños son inferiores a los de los adultos. Si se emplea como criterio 100 gramos de producto o un determinado tamaño de porción como base, se podría imponer en los niños una carga mayor de nutrientes críticos, mientras que podría no afectar la alimentación de los adultos.

 ¿Qué son los nutrientes críticos y cuáles son las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud?

Los nutrientes críticos son aquellos cuyo exceso en la alimentación de una persona constituye un factor de riesgo para muchas enfermedades. Por ejemplo, los azúcares, las grasas totales, las grasas saturadas, las grasas trans y el sodio son “nutrientes críticos” de preocupación para la salud pública.

La Organización Mundial de la Salud ha definido límites y estableció que la ingesta de los nutrientes críticos que proporcionan energía no debe superar por día:

  • 10% de azúcares libres (con mayor beneficio si no superan el 5%).
  • 10% de grasas saturadas.
  • 30% de grasas totales.
  • 1% de grasas trans


Para el sodio (sal), la recomendación tiene un límite absoluto y otro relativo:

  • en los adultos, cuya necesidad media de energía es de 2000 kcal, la ingesta de sodio debe ser inferior a 2000 mg.
  • en los niños, el límite debe ajustarse a su necesidad de energía, que es menor.

 
¿El modelo de perfil de nutrientes entra en conflicto con las guías alimentarias de los países?

El objetivo del perfil de nutrientes es acompañar y ayudar a cumplir las guías alimentarias de los países, como en el caso de las “Guías alimentarias para la población argentina”, que recomiendan consumir alimentos naturales, frescos y variados, y limitar el consumo de aquellos envasados con altas cantidades de sodio, azúcares y grasas. Se basa en las recomendaciones de la OMS y las metas de ingesta de nutrientes que se han formulado con base en un riguroso examen científico de la evidencia.

 
¿Son las campañas educativas más eficaces que las advertencias en las etiquetas?

El etiquetado frontal es una herramienta educativa en sí misma, pues suministra información y se integra a las recomendaciones de la educación alimentaria y de las campañas educativas que se impulsen. En comparación con las campañas de educación alimentaria en los medios de comunicación, el etiquetado frontal de advertencias es más costo-efectivo, dado su alcance y gran autosostenibilidad con el transcurso del tiempo.

La educación alimentaria debe ser complementaria a otras políticas como: el etiquetado frontal, la regulación de la publicidad, la protección de los entornos escolares, entre otras.

 
¿Es posible que el etiquetado frontal de advertencias tenga efectos negativos en la economía?

En los países en los que se implementa, no se observó que las etiquetas frontales con advertencias sanitarias tengan una repercusión negativa en la economía. Por el contrario, el etiquetado frontal ofrece una oportunidad para que muchas empresas desarrollen y amplíen la demanda y la oferta de alimentos recomendados como parte de una alimentación saludable.

En el contexto de una epidemia cada vez mayor de obesidad y de enfermedades no transmisibles asociadas a la mala alimentación, el ahorro de costos sanitarios, de muertes evitadas o vidas salvadas supera ampliamente los costos relacionados con la modificación de las etiquetas de los productos.

En última instancia, los resultados financieros de la empresa no se verían afectados a medida que su modelo de negocios se dirija hacia opciones más saludables.

El caso del tabaco ejemplifica bien lo anterior ya que no se ha visto reducción de empleo a pesar de contar con normas más restrictivas aún: etiquetas en los envases más rigurosas, prohibición total de publicidad promoción y patrocinio, restricciones de ventas y de consumo en lugares públicos juntos a la suba de impuestos.

 
¿Es posible que el etiquetado frontal de advertencias obstaculice el comercio internacional?

Los socios comerciales extranjeros de los países suelen tener distintas normas de etiquetado, o los elementos del etiquetado difieren siempre de alguna manera. En este contexto, el hecho de adoptar en cada país un sistema nacional diferente no modifica la situación actual. Los productos de todas maneras tendrán que poder venderse en más de un mercado y cumplir con los requisitos de cada uno.

El sistema de etiquetado frontal no debería decidirse con base en las prácticas que adopten los socios comerciales, en parte porque los acuerdos comerciales preservan el derecho de regular la protección de la salud. Todas las empresas tienen la posibilidad de comercializar sus productos en cualquier país; todo lo que necesitan es cumplir con la norma de etiquetado frontal que haya adoptado el país importador como ocurre con otros requisitos de etiquetado, de manera que no existe obstáculo alguno al comercio internacional.


Fuente: Organización Panamericana de la Salud